Alejandra y Pedro – Una boda orgánica en Tepoztlán

Sauvage
26 mar 2022
4 Min. de lectura

Actualizado: 26 mar 2022

Alejandra es probablemente la novia la mas decidida que tuvimos en Sauvage. Me recuerdo todavía cuando vino la primera vez en el showroom a mediados de septiembre del año pasado. Ella sabía que quería algo diferente, algo que concordará con la boda orgánica que contemplaba. Es natural que solo dos semanas después escogió un top y una falda diseñado y confeccionado por Laure de Sagazan en Paris, un conjunto bohemio y elegante a la vez que encajaba perfectamente en el jardín sostenible en donde se celebró la boda.

Alejandra y Pedro se dieron “si” en Rincon Meztitla en el pueblo de Tepoztlán localizado a 75 km al sur de la CDMX. La pareja se enamoró a primera vista de este lugar intimo en el corazón de la naturaleza con el cerro del Tepozteco como fondo.

Hoy, en el blog de Sauvage, Alejandra comparte con nosotros su encuentro con Pedro, así como los detalles de su boda espiritual con sus más cercanos cuyos todos los detalles fueron capturados por la fotógrafa Isabel Ortega.

¿Alejandra, cuándo y en donde te casaste?

Nos casamos el 22 de enero en Rincón Meztitla en Tepoztlán, pueblo localizado en un área montañosa del Estado de Morelos.

¿Como escogieron el lugar?

Nos gusta mucho la energía del pueblo y a mi novio le trae recuerdos de cuando acampaba ahí de niño.

Escogimos el lugar en una sola ida a buscar y nos encantó Rincón Meztitla: ese mismo día lo apartamos y ya no vimos más.

¿Como Pedro y tú se encontraron?

Nos conocimos en línea por B umble e hicimos click desde la primera cita.

¿Como fue la pedida?

Pedro me dio el anillo en Menorca, una noche de Luna llena en unos acantilados que dan hacia el mar.

¿Cuánto tiempo pasó entre la pedida y la boda?

Me pido matrimonio en julio y la boda fue en enero. Planeamos la boda en 6 meses: tiempo perfecto y suficiente para hacerlo. No necesitas más.

¿Como escogiste tu vestido?

El vestido hay que pedirlo con tiempo. Fue lo primero que escogí y sabía perfecto el look que quería. Ya había visto los vestidos de Sauvage y sabía que eran todo mi estilo. Ligeros, cómodos, pero súper finos y con mucho estilo.

Me gustaron varios, pero escogí en el que más me sentía yo y fue también un voto unánime de mis hermanas y mío. No me arrepiento, estuve comodísima.

¿De qué tamaño fue la boda?

No queríamos una boda de protocolo, ni de compromisos: invitamos solo 150 personas, solo la gente más cercana.

Queríamos algo muy relajado: el Dress code decía “vengan cómodos y guapos” y la invitación fue virtual.

¿Tuvieron el apoyo de un wedding planner?

Tuvimos la wedding planner Paty Tellez. Ella y su equipo fueron excelentes

Cuéntanos un poco acerca de tu boda…

El día anterior a la boda, hubo un “icebreaker” en un bar en Tepoz que se llama Margarita Concept Garden: un lugar con mucha onda donde sirvieron drinks y canapés veganos.

Nosotros queríamos una ceremonia espiritual y no necesariamente religiosa. Tampoco nos casamos por el civil.

La ceremonia la ofició una mujer con un rito budista sin que Pedro y yo lo seamos, pero nos sentimos más identificados. Fue muy honesta y auténtica. La música fueron unos mantras que nos gustan que te ponen la piel chinita que hablan sobre el amor.

La música de la boda la puso Spektrum. Se lucieron: no paro el ambiente en toda la noche.

La comida estuvo deliciosa. La sirvió Sara Baena y a todo el mundo le encanto; nosotros somos veganos y pusimos un menú vegano y uno normal.

La decoración fue de Zahro designs y se lució. La queríamos muy sencilla y así fue con muchos verdes y naturaleza muerta, tonos que iban muy bien con Tepoz en esa época. El Tepozteco tenía una luz increíble en la tarde. Podría no ha ver habido decoración y aun así hubiera sido mágico.

¿Cuál fue tu momento favorito de la boda?

Mi momento favorito de la boda fue el baile con mi esposo. Bailamos sobre la canción Halo, una canción muy significativa para nosotros. Pedro me cargó y fue increíble.

¿Eventualmente, cual fue el reto más grande durante la organización?

El reto más grande de la organización fue la elección del florista que fue de último momento. Queríamos alguien que nos captara el estilo y no encontrábamos quien nos hiciera algo sencillo.

¿Qué consejo darías a futuras novias?

Lo que les diría a futuras novias es que se relajen. Nada es realmente tan importante y si algo sale mal da igual. Lo especial del día lo hace la pareja, lo demás son solo adornos.